A pesar de este padecimiento se puede llevar una vida completamente plena y sin complicaciones, siempre que se lleven a cabo los cuidados necesarios como buenos hábitos alimenticios, actividad física e higiene. Incluso una persona que padezca de diabetes y que haya adquirido una cultura de cuidado, respeto y amor por sí mismo es capaz de tener una calidad de vida superior al promedio de los que no la padecen, y reducen en gran número los riesgos de contraer otras enfermedades.
La Diabetes no debe ser vista cómo un impedimento para disfrutar de ciertas cosas de la vida, como la comida, por ejemplo, sino como una oportunidad de modificar o mejorar nuestras costumbres, ya que si bien se han mencionado las consecuencias y complicaciones que esta enfermedad acarrea, nada de esto tiene que suceder si la persona recibe la atención y los cuidados debidos. Es sumamente importante el estarse monitoreando periódicamente para prevenir cualquier dificultad que pueda presentarse, pero sobretodo para evitar sufrir molestias completamente innecesarias.
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